Sube
Sube tú, clemente fuego de la vieja noche. Yo beso el umbral de tu ascenso. Mi mano te tiende alfombras y esparce para ti una abundancia de rojas flores. Sube, amigo mío que yacías enfermo, atraviesa la cáscara. Te hemos dispuesto un banquete. Los obsequios están presentados delante de ti. Las bailarinas aguardan por ti. Te hemos construido una casa. Tus servidores están listos para ti. Te arreamos los rebaños sobre la campiña verde. Llenamos tu copa con vino tinto. Colocamos frutos perfumados en vasijas de oro. Golpeamos la puerta de tu prisión y apoyamos nuestra oreja a la escucha. Las horas crecen, no demores más. C. G. Jung Libro Rojo (Los encantamientos)