SILVIA DABUL


Silvia Dabul nació en Mendoza, se graduó como Licenciada en Piano en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Cuyo. Vive en Buenos Aires y es invitada regularmente a los principales ciclos y salas del país. Se ha presentado también en Uruguay, Paraguay, Sudáfrica, Francia y Alemania. Grabó dos CD con música para dos pianos y piano a cuatro manos (Clásica), la obra completa de Kim Helweg para dos pianos y percusión (Focus Recording), Parajes (IRCO), canciones de compositores argentinos sobre textos de su autoría y Mélanges (l´Empreinte digitale, francia). Trabaja como profesora de piano en el Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla.

Como poeta, publicó Lo que se nombra (Ediciones en Danza 2006), Cultivo de especias (Ediciones en Danza 2011). Ha sido incluida en diversas antologías.

Es autora del Diario del Otro Lado, publicación digital in progress de 20 cuadernos de sueños registrados desde 2012.


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19.12.07

Fin de análisis IV

Diaghilev decía que Nijinsky era un sol que daba luz pero no calor. Rómola nunca le creyó.

Tu sais, ma passion, que, pourpre et déjà mûre,
Chaque grenade éclate et d'abeilles murmure;
Et notre sang, épris de qui le va saisir,
Coule pour tout l'essaim éternel du désir

(Mallarmé...L'après midi d'un faune)

25.11.07

Poemas en el Diario

Estos poemas (y varios más) fueron publicados en el último Diario de Poesía (Nº 75).

Cantos robados

Sólo se escucha una música
los viejos se miran las manos
hablan

cierran los ojos
les brotan larvas de seda en los dedos
que suben hasta las cuencas
a deshacerles el rictus de congoja

en esa curva profunda albergan
lo que no cede al dolor

treinta y tres veces los viejos
despliegan las alas
y se les vuela una música

líneas sin descifrar
en un idioma que habla de abluciones
de ánforas

dicen que con esos cantos
bañan a los muertos
y que por olvidar los secretos
de los cadáveres desnudos
los viejos reciben frutos de los árboles
dones de sosiego en las alas


Transiciones

Para recuperar la paz
apoyaba sobre las sienes
suavemente las palmas
sabía cómo postergar
el equilibrio
de un pequeño salto

tras la delgada película
yacía la estructura en reposo
como una mujer saciada

su ley
vestía ropa de abrigo
por cábala
o estrategia
usaba la máscara azul y oscura
de un lago

18.10.07

La inteligencia de las flores

La vallisneria es una hierba bastante insignificante que no tiene nada de la gracia extraña del nenúfar o de ciertas cabelleras submarinas. Pero se diría que la naturaleza se ha complacido en poner en ella una hermosa idea. Toda la existencia de la pequeña planta transcurre en el fondo del agua, en una especie de semisueño, hasta la hora nupcial en que aspira a una vida nueva. Entonces la flor hembra desarrolla lentamente la larga espiral de su pedúnculo, sube, emerge, domina y se abre en la superficie del estanque. De un tronco vecino, las flores masculinas que la vislumbran a través del agua iluminada por el sol se elevan a su vez, llenas de esperanza, hacia la que se balancea, las espera y las llama en un mundo mágico. Pero a medio camino se sienten bruscamente retenidas: su tallo, manantial de vida, es demasiado corto; no alcanzarán jamás la mansión de luz, la única en que puede realizarse la unión de los estambres y del pistilo. ¿Hay en la naturaleza una inadvertencia o prueba más cruel? ¡Imaginaos el drama de ese deseo, lo inaccesible que se toca, la fatalidad transparente, lo imposible sin obstáculo visible!.

Maurice Maeterlinck
La inteligencia de las flores

10.10.07

Fin de análisis III



Columna flexible y pupilas dilatadas.
Una ligera flexión en las rodillas para equilibrar el peso. La ladera es suave. Las uñas están limpias.

20.9.07

21.8.07

El Negro

Me pregunta una amiga un poco desconcertada "quién es el Negro" ... le contesté que creía que era evidente. Por las dudas, va un poema de amor:

Blüthner*

Llevo
tus martillos
en la yema de los dedos

por canales abiertos
en una porción de felpa

tímpano
laberinto

los marfiles

las horas

otear desde tu puente
el horizonte inútil
el frenesí tensando
locas clavijas
cuerdas

mecerme
o
golpearte

lenta
tu curva

mi cunatumba

negra



*Piano alemán

(De Lo que se nombra, Ediciones en danza 2006)

18.8.07

Bodas de coral













Con el Negro llevamos juntos más de 35 años, y vamos a celebrar así:

Il pensieroso: Franz Liszt

Preludio y fuga en si bemol menor:
J. S. Bach
(Volumen 1 del Clave bien temperado)

Andante con variaciones Op 142 en si bemol:
Franz Schubert

Nocturno Op. 72 Nº 1 en mi menor:
F. Chopin

Ocho preludios para piano (1948):
Frank Martin

1- Grave
2- Allegretto tranquillo
3- Tranquillo ma con moto
4- Allegro
5- Vivace
6- Andantino gracioso
7- Lento
8- Vivace

Toccata:
J. J. Castro
Silvia Dabul: piano

8º Concierto del Ciclo "Nuestros Pianistas"
Sábado 25 de agosto 20 hs
La Scala de San Telmo
Pasaje Giuffra 371 (alt Defensa al 800)
Entrada: 15, jubilados y estudiantes: 10.
Reservas:
Aquí

9.7.07

Rodolfo Godino

Usa rostros cambiantes
lo que desea tu oscurecimiento,
lo que quiere uncirte
a la flameante realidad.
Ella brota del ojo
gobernando un breve paraíso,
espejo que entrega al amo
sólo su ansiosa imagen.
Lo que no eres, lo que te elude,
lo que serás
no flota en esa versátil,
hambrienta dama.
Ningún pacto
con la bestia de misión oscura
te llevará a ti mismo
ni al seno del poema:
aguarda a que él descienda y vuele
porque su tránsito
te hace incorruptible.

1.7.07

Mark Strand





En un campo
soy la ausencia de campo.
Siempre sucede así:
dondequiera que esté
soy aquello que falta.

Si camino parto el aire
mas siempre
el aire vuelve
a ocupar el sitio donde mi cuerpo estuvo.

Todos tenemos razones para movernos:
yo me muevo
para mantener las cosas enteras.






Traducción: Reynaldo Jiménez y Violeta Lubarsky


18.6.07

Los paraísos vulnerables


Obras para voz y piano sobre textos de Silvia Dabul
Sábado 30 de junio
20 hs
Tres poemas (2004) Gerardo Gandini

1- Abedules
2- Ceremonia
3- Blüthner

Soprano: Sylvie Robert

Mesurado Fulgor (2005) Javier Giménez Noble

1- Juego
2- Arroz
3- Treno
4- Caen
5- Conjetura

Barítono: Víctor Torres

…y ella canta (2006) * Marcelo Delgado

1- El instante
2- Mariposas en la lluvia
3- Delitos del sol


Mezzosoprano: Susanna Moncayo


Canciones de Silvia (2006) * Fabián Panisello

1- Asana
2- Derviche
3- Pregunta
4- Raíz original

Soprano: Sylvie Robert


Lejos (2006) * Víctor Torres

(Cinco epígrafes)

Vacío blanco (2006) * Juan María Solare


Barítono: Víctor Torres


Parajes (2006) * Julio Viera

1- Ondina
2- Aria
3- Inclinación

Mezzosoprano: Susanna Moncayo

Piano: Silvia Dabul

* Estreno








9.4.07

Reporte de Olivos II

Como quien se ocupa normalmente de estos menesteres está desaparecida/dormida/oquiensabequeotracosa y las hordas reclaman imágenes de la última lectura Lampalagua es que en este humilde acto asumo mi condición de reportera suplente. Con ustedes las irresponsables y amigas de la exitosa editorial Sigamos Enamoradas y el 007 de las pampas (sin su camisa de caracoles)







3.4.07

Fin de semana en Colonia


















Ese es el niño más hermoso de todo Chacarita y Villa Ortúzar montando por primera vez en su vida.
Las otras son mis nuevas amigas.
Yo salí fea.

22.3.07

Un poema de "Cecilia" de Gamoneda


Yo estaré en tu pensamiento, no seré más que una sombra imprecisa;

habré existido en un instante en que la alegría y la piedad ardían en tus ojos.

Pero también quiero permanecer desconocido en ti.

Desconocido. Siempre envuelto en tu felicidad.

Tú distraída en tu luz y yo apenas viviente en ella, y así, imperceptiblemente amado,
esperar la desaparición.

Aunque quizá estamos ya separados por un cabello de sombra y cada uno está
en su propia luz

y la mía es la que tú vas abandonando.



De Cecilia de Antonio Gamoneda

(Cecilia es la única nieta de Gamoneda, el libro es del 2004)

15.3.07

8.3.07

De amor II o Penderecki por Ann Sophie



Fragmento final del Concierto para violín n° 2 Metamorphosen de Krzysztof Penderecki (la obra es de 1995)

Anne-Sophie Mutter: violín
Mitteldeutschen Rundfunks Symphony Orchestra
Mariss Janson:
director

En Youtube está completo, qué pareja...

2.3.07

La sordita

Mi tía Mariem es sorda. Completamente sorda. Flota en un globo gordo y blando ajena a toda vibración. Ve películas en inglés, pero lee los labios en español. Imagino que para ella soy un bicho ridículo que ha dedicado la mayor parte de su vida a la tonta ocupación de repetir una danza dactilar obsesiva.
Mi tía se siente protagonista de una saga muda, y está orgullosa. Nos llevamos bien, aunque algunas veces me incomoda percibir en su mirada un dejo de compasión.
Afirman algunos que el nombre determina. Nunca creí demasiado en este tipo de sentencias, pero hoy recordé mi segundo nombre, el del incordio, el que se evita, y me di cuenta que me llamo Mariem, como la tía hipoacúsica.

Hoy descubrí que mi tendencia a la sordera no es solo vocación.

18.2.07

Una excursión a los indios pehuenches

Por unos días no habrá post, supongo que sí mails y comentarios. Volver al lugar donde uno nació siempre es inquietante, más si entre las actividades programadas hay un encuentro con compañeros de secundario. Mi madre...qué nervios.

9.2.07

Zelarayán


La gran salina

La locomotora ilumina la sal inmensa,
los bloques de sal de los costados,
los yuyos mezclados con sal que crecen entre las vías.
Yo vacilo...
y callo...
porque estoy pensando en los trenes de carga
que pasan de noche por la Gran Salina.
La palabra misterio hay que aplastarla
como se aplasta una pulga,
entre los dos pulgares.
La palabra misterio ya no explica nada.
(El misterio es nada y la nada no se explica por sí misma.)
Habría que reemplazar la palabra misterio
(al menos por hoy, al menos por este "poema")
por lo que yo siento cuando pienso en los trenes de carga
que pasan de noche por la Gran Salina.
La pera trepida en el plato.
La miel se desespera en el frasco cerrado,
para desesperación de las moscas que le acechan posadas al vidrio.
Pero yo no me explico
y hasta ahora nadie ha podido explicarme
por qué me sorprendo pensando
en la Gran Salina.


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29.1.07

Muelle

El silencio de los pescadores es el más sagrado de los silencios. No hay música capaz de abarcarlo. Ni onda o vibración que detenida lo convoque. Es sólido. Su línea obra como escudo. El silencio de los pescadores es una construcción amorosa que nos excluye. Nuestro cuerpo ensucia la espera. Sólo su víctima accede al secreto de la carnada.