SILVIA DABUL


Silvia Dabul nació en Mendoza, se graduó como Licenciada en Piano en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Cuyo. Vive en Buenos Aires y es invitada regularmente a los principales ciclos y salas del país. Se ha presentado también en Uruguay, Paraguay, Sudáfrica, Francia y Alemania. Grabó dos CD con música para dos pianos y piano a cuatro manos (Clásica), la obra completa de Kim Helweg para dos pianos y percusión (Focus Recording), Parajes (IRCO), canciones de compositores argentinos sobre textos de su autoría y Mélanges (l´Empreinte digitale, francia). Trabaja como profesora de piano en el Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla.

Como poeta, publicó Lo que se nombra (Ediciones en Danza 2006), Cultivo de especias (Ediciones en Danza 2011). Ha sido incluida en diversas antologías.

Es autora del Diario del Otro Lado, publicación digital in progress de 20 cuadernos de sueños registrados desde 2012.


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29.12.11

Sor Juana

Éste que ves, engaño colorido,
que, del arte ostentando los primores,
con falsos silogismos de colores
es cauteloso engaño del sentido;


éste en quien la lisonja ha pretendido
excusar de los años los horrores
y venciendo del tiempo los rigores
triunfar de la vejez y del olvido:


es un vano artificio del cuidado;
es una flor al viento delicada;
es un resguardo inútil para el hado;


es una necia diligencia errada;
es un afán caduco, y, bien mirado,
es cadáver, es polvo, es sombra, es nada.


Sor Juana Inés de la Cruz

11.12.11

Cultivo de especias, música y vino






















Prólogo de Cultivo de especias

Nada es lo que parece. Aún cuando se supone que en poesía toda explicación es inconveniente o redundante, en algún momento creí necesario hacer algún tipo de aclaración sobre este trabajo y con ese fin había reservado esta página. Hoy no estoy tan segura, un libro es más volátil que el humo y que los pájaros.
Las tres partes reunidas en Cultivo de especias son muy distantes entre sí, no tanto en el tiempo, sino en la cualidad o impulso que define a cada una. 
Cruz de piedra es un paraje en el campo en el que solía pasar largas temporadas en mi niñez. Son textos impregnados de la presencia, la ausencia más bien, de muertos familiares. Mis abuelas, mi padre y el vago recuerdo de una lengua que me fascinaba y no comprendía circulan por ellos.
Los poemas de Fin de análisis fueron escritos durante los meses previos al final de esa práctica terapéutica. La coincidencia es sólo temporal, no podría precisar hasta qué punto el motor de ciertos sueños y soliloquios está presente. Son desprendimientos, gajos de ese ejercicio de introspección a veces lacerante, a veces gélido que implica el psicoanálisis.
Estrategia de vigías es la breve crónica de una pasión intermitente. La imposibilidad y frustración que caracterizan toda historia romántica fallida hicieron de disparador de preguntas sobre el acto de crear y su propia carga de imposibilidad y frustración. Muy a mi pesar el tono es algo humorístico, me hubiera gustado saber darle un tinte más dramático, pero ya sabemos: nada es lo que parece, la poesía no es voluntariosa y un
libro es más impredecible que el humo y que los pájaros.
S.D.