Trece maneras de mirar un mirlo
    1  Entre veinte cerros nevados  lo único que se movía  era el ojo de un mirlo.   2  Yo era de tres pareceres,  como un árbol  en el que hay tres mirlos.   3  En el viento de otoño giraba el mirlo.   Tenía un papel muy breve en la pantomima.   4  Un hombre y una mujer  son uno.  Un hombre y una mujer y un mirlo  son uno.   5  Yo no sé si prefiero  la belleza de las inflexiones  o la belleza de las insinuaciones,  si el nido silbando  o después.   6  El hielo cubría el ventanal  de cristales bárbaros.  La sombra del mirlo  lo cruzaba de un lado a otro.  La fantasía  trazaba en la sombra  una causa indescifrable.   7  Oh, delgados hombres de Haddam,  ¿por qué imagináis pájaros dorados?  ¿No veis cómo el mirlo  anda entre los pies  de las mujeres que os rodean?   8  Conozco nobles acentos  e inevitables ritmos lúcidos;  pero también conozco  que el mirlo anda complicado  en lo que conozco.   9  Cuando el mirlo se perdió de vista  señaló el límite  de un círculo entre otros muchos.   10...