La explosión actual del mundo sonoro, y de los medios para su investigación, cuestiona naturalmente los sistemas de escritura. Los límites desaparecen, las clasificaciones tradicionales no tienen más sentido y lo continuo reemplaza a lo discreto. Un acercamiento analítico, es decir, la descomposición del sonido en parámetros, ya no es suficiente, y los procedimientos tradicionales de la música occidental, juego combinatorio, contrapunto de líneas, permutaciones, imitaciones, etcétera, pierden su poder ante los fenómenos continuos. Un acercamiento global se vuelve necesario para intentar comprender el sonido en toda su complejidad, en toda su libertad, y poder imponerle reglas de organización que exige todo trabajo de composición. Pero estas reglas no deben ser heterogéneas con la naturaleza de los sonidos. Hay que aceptar las diferencias, las jerarquías, las anomalías, y abstenerse tanto como sea posible de análisis simplistas o reduccionistas. Tristan Murail Aquí, el ensayo completo