Aquí
El tiempo es solo un río en el que voy a pescar. Bebo en él; pero mientras bebo veo el lecho arenoso y descubro cuán superficial es. Su fina corriente se desliza a lo lejos, pero la eternidad permanece. Yo bebería más profundamente; pescaría en el cielo, cuyo suelo está plagado de estrellas. No puedo contar una sola. No sé siquiera la primera letra del alfabeto. Siempre he deplorado no ser tan sabio como lo era el día en que nací. La inteligencia es un hendedor; discierne y se abre camino en el secreto de las cosas. No deseo estar con mis manos más ocupadas de lo necesario. Mi cabeza es manos y pies. Siento concentradas en ella mis mejores facultades. Mi instinto me dice que mi cabeza es un órgano cavador, como los hocicos y garras de algunos animales anteriores, y con ella horadaría mi camino a través de estas colinas. Creo que la vena más rica se halla en algún sitio de estos alrededores; así lo juzgo por mi varita de zahorí y los finos vapores que se elevan, y aquí comenzaré a...