Gabriel Bocángel

Aquí una biografía escueta del poeta del Siglo de Oro y algunos poemas. Los dos sonetos que siguen no están en la red, el primero no tiene título y el segundo tiene uno increíblemente largo (eso de "morir procura amor" me recordó a Macedonio...)

Huye del sol el sol, y se deshace
la vida en manos de la propia vida;
del tiempo que, a sus partos homicida,
en mies de siglos las edades pace,

nace la vida, y con la vida nace
del cadáver la fábrica temida.
¿Qué teme pues el hombre en la partida,
si vivo estriba en lo que muerto yace?

Lo que pasó ya falta; lo futuro
aún no se vive; lo que está presente
no está, porque es su esencia el movimiento.

Lo que se ignora es sólo lo seguro:
este mundo, república de viento,
que tiene por monarca un accidente.


----------------------------------------------------------------------

Fue asunto de un certamen, hecho en celebridad de una fiesta del Santísimo Sacramento, escribir un soneto que precisamente comenzase y acabase con estos dos versos que van de otro carácter, haciendo metáfora del gusano de seda a este divino Señor Sacramento; premióse en primer lugar este papel


Entonces vivo, porque muero, cuando
me enseña amor a más morir, viviendo;
que no es pena el morir, es vida, habiendo
morir que se dispone, no acabando.

Morir procura amor, siéndole blando
fin que no ha de ser fin; y feneciendo
se construye más vida, pues naciendo
nada se inmortaliza, sino amando.

En este pues, hilado laberinto,
fiscal y actor a un tiempo de mi vida,
en última la enseño a ser primera.

Muerto, sí, me verán, mas no distinto;
dará a su muerte ser quien fue, no siendo,
si al fin mi ser no ser entonces era.