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Mostrando las entradas de 2013

Trece maneras de mirar un mirlo

1 Entre veinte cerros nevados lo único que se movía era el ojo de un mirlo. 2 Yo era de tres pareceres, como un árbol en el que hay tres mirlos. 3 En el viento de otoño giraba el mirlo. Tenía un papel muy breve en la pantomima. 4 Un hombre y una mujer son uno. Un hombre y una mujer y un mirlo son uno. 5 Yo no sé si prefiero la belleza de las inflexiones o la belleza de las insinuaciones, si el nido silbando o después. 6 El hielo cubría el ventanal de cristales bárbaros. La sombra del mirlo lo cruzaba de un lado a otro. La fantasía trazaba en la sombra una causa indescifrable. 7 Oh, delgados hombres de Haddam, ¿por qué imagináis pájaros dorados? ¿No veis cómo el mirlo anda entre los pies de las mujeres que os rodean? 8 Conozco nobles acentos e inevitables ritmos lúcidos; pero también conozco que el mirlo anda complicado en lo que conozco. 9 Cuando el mirlo se perdió de vista señaló el límite de un círculo entre otros muchos. 10

La muerte del fénix

En los himnos que cantamos hay una flauta, en la flauta que nos habita un fuego y en el fuego que encendemos un Fénix verde. En su elegía no he distinguido mi ceniza de tu polvo. Una nube de lilas basta para ocultarnos la jaima del pescador. Camina, pues, sobre las aguas como el Señor. Ella me ha dicho: El recuerdo que llevo de ti no está desierto y ya no hay enemigos para las rosas que surgen de los escombros de tu casa. Un anillo de agua rodeaba la elevada montaña y el Tiberíades era el patio trasero del primer Paraíso. Le dije: la imagen del universo se ha completado en unos ojos verdes. Ella me respondió: Oh, mi príncipe y mi cautivo, guarda mis vinos en tus jarras. Los dos extraños que se han consumido en nosotros son esos que hace un instante han intentado matarnos, los que volverán a sus espadas dentro de poco, los que nos preguntan: ¿Quiénes sois? -Dos sombras de lo que fuimos aquí, dos nombres del trigo que crecen
La edad tiene manos de flecha  la edad es una planta  que habla como un pájaro desnudo y tiende trampas de luz  El relámpago empuja una mano desnuda  el relámpago habla de la edad sin ojos  y saluda a las flechas desnudas  que vienen del corazón del vacío  La mano es blanca como una pluma de planta  la mano es blanca como una hoja de pájaro la mano lleva una campana que duerme  en el espacio mudo  y se posa sobre un relámpago adormecido  La hoja es un corazón mudo  la hoja olvida que duerme  habla como campana vacía  y despierta a los pájaros blancos que cayeron en una trampa de edad  las hojas intercambian ojos  las hojas son blancas  como la edad la luz y el espacio  Jean Arp

Paul Celan

Habla también tú sé el último en hablar, di tu palabra. Habla- Pero no separes el No del Sí. Y da a tu palabra sentido: dale sombra. Dale bastante sombra, dale tanta como en torno de ti sepas extenderla entre medianoche y mediodía y medianoche. Mira alrededor: ve cómo lo viviente deviene entorno. En la muerte ¡Viviente! Dice la verdad quien dice sombra. Pero ahora se contrae el lugar donde estás: ¿Adónde ahora, despojado de sombra, adónde? Sube. Tantea en lo alto. Te haces más sutil, más irreconocible, más fino. Más fino: un hilo por el que quiere descender la estrella para nadar debajo, al fondo, donde se ve brillar: sobre móviles dunas de palabras errantes. Paul Celan de "Umbral en umbral" (mix de las versiones de José Angel Valente y Rogelio Bazán)

Ese oscuro objeto

El objeto intangible, inodoro, inalcanzable, invisible, asemántico, inexistente de la música. La música es incluso más una nada que la muerte que convoca en la invocación pánica de las sirenas. Pascal Quignard El odio a la música

Aquí

El tiempo es solo un río en el que voy a pescar. Bebo en él; pero mientras bebo veo el lecho arenoso y descubro cuán superficial es. Su fina corriente se desliza a lo lejos, pero la eternidad permanece. Yo  bebería más profundamente; pescaría en el cielo, cuyo suelo está plagado de estrellas. No puedo contar una sola. No sé siquiera la primera letra del alfabeto. Siempre he deplorado no ser tan sabio como lo era el día en que nací. La inteligencia es un hendedor; discierne y se abre camino en el secreto de las cosas. No deseo estar con mis manos más ocupadas de lo necesario. Mi cabeza es manos y pies. Siento concentradas en ella mis mejores facultades. Mi instinto me dice que mi cabeza es un órgano cavador, como los hocicos y garras de algunos animales anteriores, y con ella horadaría mi camino a través de estas colinas. Creo que la vena más rica se halla en algún sitio de estos alrededores; así lo juzgo por mi varita de zahorí y los finos vapores que se elevan, y aquí comenzaré a cav

Oro sin tierra

¡Ven! Pero no te reúnas con nosotros sin tu música. Celebramos una fiesta, levanta y golpea el tambor. Hay luz ahora, hay luz, hay luz ahora, hay luz. Somos el alma del mundo, no pesamos como cuerpo. Somos el oro del alma sin tierra, sin espacio o tiempo. Somos cazador y presa, noche y día, oculto y visto. El amor es nuestra madre, del amor hemos nacido. Rumi (versión SD)

Raja Yoga, un sendero de meditación

Los maestros de la ciencia del Raja Yoga declaran que nadie puede ser religioso hasta haber pasado por la  experiencia. Si hay un Dios debemos verlo, si hay un alma debemos percibirla, de lo contrario es  mejor no creer. Es preferible ser un ateo que un hipócrita. La ciencia del Raja Yoga propone poner ante la humanidad un método práctico y científicamente construido para alcanzar la verdad. En primer lugar, toda ciencia debe tener su método propio de investigación. Si se desea ser astrónomo, y uno se sienta y grita: "¡Astronomía! ¡Astronomía!", jamás llegará a serlo. Lo mismo sucede con la química. Hay que seguir un método, ir a un laboratorio, tomar ciertas sustancias, mezclarlas, combinarlas, experimentar con ellas y de todo ello extraer los conocimientos químicos. La ciencia del Raja Yoga propone, en primera instancia, darnos un medio para observar los estados internos. El instrumento para ello es la misma mente. El poder de atención, cuando esta debidamente gu

Sat Chit Anand

“En verdad te revelaré mis divinas manifestaciones, Oh Arjuna, mas sólo  he de hablarte de las principales, pues no hay límite para las variantes menores.” Bhagavad Gita, 10-19 MEDITACIÓN El término meditación, tal y como se entiende en la cultura oriental, no se refiere a reflexión o pensamiento profundo (sentido comúnmente aceptado en Occidente), sino exactamente todo lo contrario. Por meditación se entiende la eliminación total de cualquier tipo de pensamiento, mediante la concentración de la mente en un solo punto, como pasivo observador, sin calificar, enjuiciar ni deducir nada. Se puede observar que todo lo que tiene poder de atraer y absorber nuestra atención nos produce paz y satisfacción, como consecuencia inmediata del acto de concentración mental.  La concentración mental reporta un ahorro de actividad inútil. El agotamiento experimentado al final de la jornada diaria es debido, en su mayor parte, al gran volumen de actividad mental que desarrollamos, a ve