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Mostrando las entradas de junio, 2012

Comparación

Como en la playa virgen dobla el viento el leve junco verde que dibuja un delicado círculo en la arena así en mí tu recuerdo. Idea Vilariño

Szymborska

Amor a primera vista Ambos están convencidos de que los ha unido un sentimiento repentino. Es hermosa esa seguridad pero la inseguridad es más hermosa. Imaginan que como antes no se conocían no había sucedido nada entre ellos. Pero ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos en los que hace tiempo podrían haberse cruzado? Me gustaría preguntarles si no recuerdan -quizá un encuentro frente a frente alguna vez en una puerta giratoria, o algún "lo siento" o el sonido de "se ha equivocado" en el teléfono-, pero conozco su respuesta. No recuerdan. Se sorprenderían de saber que ya hace mucho tiempo que la casualidad juega con ellos, una casualidad no del todo preparada para convertirse en su destino, que los acercaba y alejaba, que se interponía en su camino y que conteniendo la risa se apartaba a un lado. Hubo signos, señales, pero qué hacer si no eran comprensibles. ¿No habrá revoloteado una hoja de un hombro a otro hace tr

Michaux

Imagen
En el revés que parece el derecho, en el seno de una conquista sin apropiación, a lo largo de las horas, en la linde de lo infinitamente prolongado del espacio y el tiempo, engaño exterior, engaño interior, engaña bobos, dime ¿qué haces?     ¿Qué eres, noche sombría en el interior de una piedra? Henry Michaux versión Silvio Mattoni (de Postes angulares)

Calveyra

Pese al agua que no se deforma ni se apaga nunca, pese a un río yendo a desembocar en tu sueño y ya ausentándose para ir a dar en otro, otros sueños. Pese al agua que no menciona nunca a nadie, pese al unísono de lugares de ese río, a los incontables afluentes de su alma a tu alma ofrecidos, pese al ojo en calma del espejo paseándose por el presente del cuarto, al "heme aquí" de la penumbra amontonándose de los libros. Desde uno de sus innumerables avatares, como en un sueño, le llega el rumor de lugares conocidos, de nochecitas por arbolar.         Hombre volviéndose del color glauco de la hora,         hombre que se firma oeste,         hombre que conoce el río, sus costas cenagosas         y oeste que llega aparentando luz. Arnaldo Calveyra (Apuntes para una reencarnación)